Viajar es una afición que, estoy segura, compartimos muchos de nosotros: descubrir lugares nuevos, probar gastronomía local, perderte por esos barrios no turísticos, conocer gente de otras culturas, aprender la historia de esa ciudad… y hacer un paréntesis en tu rutina para vivir toda esa experiencia al máximo. Puede ser un viaje de un fin de semana en tu propio país o varias semanas alrededor del mundo. Todas estas vivencias estoy segura de que te hacen mejor persona, pero además estoy convencida de que viajar también te hace ser mejor emprendedor.
Es importante tener vacaciones.
Independientemente de que te vayas a ir de viaje o no.
Uno de los mayores errores de los autónomos / emprendedores es la incapacidad para desconectar (y ojo, que en este grupo yo me he visto incluida en muchas ocasiones…) Cuando tienes tu propio negocio a veces es complicado tomarte esas semanas de vacaciones que deberían de ser obligatorias para todos. Bajo mi punto de vista, hay que tener momentos para trabajar y cumplir con nuestros clientes… pero también para desconectar y recuperar fuerzas… crucial para ser mejor emprendedor.
Este descanso te ayudará, además, para valorar lo que tienes y lo que has conseguido. Cuando estamos en esa rutina enloquecedora que llevamos los emprendedores, perdemos la perspectiva de nuestro negocio. Viajar implica salir de la oficina, dar un descanso al teléfono y poder evaluar el estado de tu negocio desde un punto de vista más alejado e imparcial.
Sin contar con que vuelves a recuperar la pasión y las ganas de volver a la rutina, que siempre son una buena señal de que te gusta lo que haces y merece la pena toda esta aventura de emprender.
Lucha contra la estrechez de miras.
Cuando conoces a personas de otros países con una forma diferente de ver el mundo, te das cuenta de que tu punto de vista no es el único válido… darte un paseo en los zapatos de otra persona te puede hacer aprender muchísimo y cambiar tu forma de ver la vida, dándole más importancia a cosas cotidianas que quizás no valorabas tanto… y menos importancia a esos problemas que, oye, cuando lo ves con otros ojos… no eran para tanto, ¿verdad?
Para ello puedes viajar a Japón y darte cuenta de que el respeto es la base de su cultura. En Estados Unidos fliparás con los malabares que hacen para poder llevar el ritmo de vida americano. En países del norte de Europa como Dinamarca podrás ver que lo prioritario es la calidad de vida, por ello todo fluye alrededor de conseguirlo: horario laboral flexible y reducido, facilidad de conciliación, trabajo en remoto… Y en países del sudeste asiático como Tailandia te toparás con grandes lecciones de vida, te darás cuenta de lo mucho que valoran las pequeñas cosas y como pueden ser tan felices con el mero hecho de poder celebrar un bautizo con sus amigos, algo que para nosotros es tan normal, y para ellos a veces resulta tan complicado.
Podemos o no estar de acuerdo con la forma de vida de todas esas personas que nos iremos cruzando por el camino… sea como sea, tenemos que entender que ellos viven una vida muy distinta a la nuestra. Esto nos enseñará mucho y podremos ser un mejor emprendedor gracias a la empatía que desarrollamos con estas nuevas vivencias: aprenderemos nuevas formas de llegar e influir a las personas, nos expondremos a nuevas y desconocidas situaciones de comunicación y tendremos mayor conciencia cultural que nos vendrá genial para realizar un marketing global más inteligente.
Aprende a trabajar con presupuestos.
Una de los primeros factores con los que tenemos que lidiar cuando organizamos un viaje es el presupuesto. Eso determinará muchas decisiones que tomemos a posteriori, desde el tiempo que podamos estar en ese viaje, como realizar el viaje, el tipo de hoteles y traslados… e incluso el destino.
En general cuando emprendemos nos pasa un poco lo mismo. En base a nuestro presupuesto inicial podremos realizar unas cosas u otras, y conforme vayamos empezando en nuestro negocio también pasará lo mismo: tendremos que tomar decisiones en base a nuestro presupuesto. Parece una cosa muy básica, pero es realmente importante… y a la hora de viajar, es una de las grandes limitaciones con las que nos vamos a enfrentar.
Mejora tu capacidad de organización.
Hay varias maneras de viajar: viaje organizado o viaje por libre… yo soy una amante de la segunda opción, es la que más imprevistos y dolores de cabeza puede provocar, no os voy a mentir, pero también creo que es en la que más vas a aprender justo a organizarte.
Por ello, os recomiendo que, al menos, una vez en la vida viajéis por libre. La aventura comienza en casa, desde ese mismo momento en el que inicias la investigación para saber a qué país quieres viajar, marcas tu presupuesto, buscas vuelos, organizas la ruta, decides cuántos días quedarte en cada ciudad, qué hotel reservar según tus necesidades, cómo vas a visitar los puntos turísticos, cómo vas a trasladarte de una ciudad a otra… en fin, todos y cada uno de esos pequeños detalles que, juntos, formarán tu viaje.
Solo de contaros esto, ya me entran unas ganas locas de iniciar una aventura viajera… yo este paso lo disfruto muchísimo, sueño desde casa… eso sí, no os voy a mentir: desde este mismo momento ya empiezas a solucionar problemas, y esto es solo la punta del iceberg.
Esta capacidad de organización será crucial en el día a día de tu negocio. Te recomiendo que uses Trello y estas otras herramientas que te ayudarán muchísimo a ser mejor emprendedor gracias a tenerlo todo más organizado desde el inicio.
Solucionar problemas.. y ¡hazlo ya!.
En mis viajes, me ha tocado improvisar traslados de último momento, cambiar de hotel porque era imposible dormir ahí, pagar multas, toparte con imprevistos como carreteras cortadas, ciudades en las que era imposible transitar, factores climatológicos… y en ese momento sólo tienes una opción: improvisar, solucionar el problema… ¡y hacerlo ya!
Creo que este es uno de los grandes aprendizajes de viajar. Aprende a ser flexible y afrontar los imprevistos que te encuentres por el camino… si eres emprendedor esto te suena, ¿verdad? Nuestro día a día suele basarse en esto precisamente… así que cuanto más lo practiques, mejor llevarás el estrés que esto supone y podrás tomar mejores decisiones en tiempo récord.
Inspiración y creatividad.
Te dediques a lo que te dediques, lo inspirador que puede resultar viajar te vendrá de perlas para ser mejor emprendedor. Al ver nuevos lugares, vivir nuevas experiencias, conocer personas nuevas… estimularás tu pensamiento creativo y aumentarán nuestras posibilidades de ver el mundo desde un punto de vista diferente. Gracias a esto, los procesos creativos fluirán más y encontraremos nuevas soluciones a nuestros problemas o desafíos desde nuevas perspectivas.
Mejora tu confianza.
Por último y no menos importante… una de las mejores cosas que te aportará viajar para ser mejor emprendedor será mejorar la confianza que los demás tienen en ti… y tú en ti mismo. Cuando venimos de viaje, con todo ese subidón, y contamos nuestras experiencias… te das cuenta de la cantidad de mini-hitos que has conseguido. Te das cuenta de que todo ha ido genial aunque te hayas ido a miles de kilómetros de casa, pese a que estabas en un entorno nuevo, con un idioma que no conoces, y en unas circunstancias que no podías controlar… y, aunque hayas tenido imprevistos: ¿cómo reaccionaste a ellos? Seguro que acabaste tomando un montón de decisiones y adaptándote a todos esos problemas que fueron surgiendo.
En conclusión… ¡viaja!
Me da igual el destino: puede ser dentro de tu comunidad autónoma, en tu propio país sin cruzar fronteras o acabar yéndote a un país exótico donde no tendrás ni cobertura… pero viaja. Lo mucho que aprendes merece la pena, te hace mejor persona y por lo tanto te ayuda a ser mejor emprendedor.